Dada la carga de trabajo académico y las dificultades propias de las modalidades que estamos implementando, los espacios de descanso (para niños y maestros) son indispensables, y por ello continuamos manejando recesos entre clases y el descanso de 30 minutos, que queremos sea lejos de la computadora y la silla, para procurar que los niños se levanten, se muevan y descansen físicamente.

Conscientes de la importancia de la salud mental y la necesidad de abrir espacios para el desarrollo de actividades socio emocionales con nuestros niños, en enero del presente año, empezamos a dedicar un tiempo de los viernes a actividades para la convivencia y recreación.

Este año buscamos ligar los temas de los viernes, con aquellos que se han estado revisando a lo largo de la semana, pero buscando que el enfoque de estos días sea más lúdico y fomente la libre expresión de nuestros niños.

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