El adviento es de origen latín y quiere decir VENIDA, es el primer periodo del año
litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento de
Cristo. Su duración puede variar de 21 a 28 días, dado que se celebran los cuatro
domingos anteriores a la fiesta de Navidad. Los fieles lo consideran un tiempo de
reflexión y de perdón.
Dios se hace presente en la vida de cada ser humano y de cualquier manera le hace sentir su amor y deseo de salvarle.
Actualmente hay inquietud por reavivar una costumbre muy significativa y de gran
ayuda para vivir este tiempo: La corona o guirnalda de Adviento es el primer
anuncio de Navidad.
La corona es un círculo de follaje verde, la forma simboliza la eternidad y el color la
esperanza y la vida. Va enrollada con un listón rojo, símbolo del amor de Dios que
nos envuelve y también de nuestro amor que espera con ansiedad el nacimiento del
Hijo de Dios. En el centro de círculo se colocan las cuatro velas (pueden ser tres
moradas y una rosa o bien todas blancas) para encenderse una cada domingo de
Adviento. La luz de la vela simboliza nuestra fe.
El conjunto se sitúa cerca del altar o del ambón de la Palabra, si es en la Iglesia, o
en un lugar adecuado si se utiliza en un ambiente familiar o escolar.
En Navidad se puede añadir una quinta vela blanca, hasta el final del tiempo de
Navidad y si se quiere se puede situar la imagen del Niño en relación con la corona:
se tiene que ver que la Navidad es más importante que la espera del Adviento.
La corona, que procede del Norte (países escandinavos, Alemania), tiene raíces
simbólicas universales: la luz como salvación, el verde como vida, forma redonda
como eternidad. Simbolismos que se vieron muy coherentes con el misterio de la
Navidad cristiana y que pasaron fácilmente a los países del sur.
Se ha convertido rápidamente en un simpático elemento complementario de
pedagogía cristiana para expresar la espera de Cristo Jesús como Luz y Vida, junto
a otros ciertamente más importantes, como son las lecturas bíblicas, los textos de
oración y el repertorio de cantos.
PROPONEMOS ESTE ESQUEMA SENCILLO PARA ORAR AL
ENCENDER LA VELA DE ADVIENTO
PRIMER DOMINGO
• Primer Domingo de Adviento: 29 de Noviembre de 2020
LLAMADA A LA VIGILANCIA
ENTRADA.
Se entona algún canto.
Saludo.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso…
LITURGIA DE LA PALABRA. Lectura del santo evangelio según san
Marcos (13,33-37):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Miren, vigilen: pues no saben
cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa,
y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velen
entonces, pues no saben cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a
medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga
inesperadamente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes lo digo a
todos: ¡Velen!”. Palabra del Señor. (Breve pausa para meditar)
Reflexión.
Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y salvarnos.
ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.
Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para
salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de
Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con
alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más
profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!. ¡Ven, Señor Jesús!
PADRE NUESTRO
Guia: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro…
CONCLUSION
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.
SEGUNDO DOMINGO
• Segundo Domingo de Adviento: 6 de Diciembre de 2020
ENTRADA. Se entona algún canto. Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo.
Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso…
LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,1-8):
Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta
Isaías: “Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una
voz grita en el desierto: ‘Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos’”.
Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran,
para que se les perdonen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén,
confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se
alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: ‘Detrás de mí viene el
que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.
Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará con Espíritu Santo.” Palabra
del Señor.
Breve pausa para meditar
Reflexión
Guía: ¿Qué va a cambiar en mí, en nosotros en este Adviento? ¿ Se notará que
creemos de veras en Cristo?
ENCENDIDO DE LA VELA.
Oración.
Guía: Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como
un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando se
estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne…
Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que
florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza.
¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!
PADRE NUESTRO.
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro…
CONCLUSION.
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvados. Amén.
TERCER DOMINGO
• Tercer Domingo de Adviento: 13 de Diciembre de 2020
ENTRADA.
Se entona algún canto. Saludo.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo Y del Espíritu Santo. Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso…
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,6-8.19-28):
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como
testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No
era él la luz, sino testigo de la luz.
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén
sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: ‘¿Tú quién eres?’. Él confesó sin
reservas: ‘Yo no soy el Mesías’. Le preguntaron: ‘¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?’.
El dijo: ‘No lo soy’. ‘¿Eres tú el Profeta?’. Respondió: ‘No’. Y le dijeron: ‘¿Quién
eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices
de ti mismo?’. Él contestó: ‘Yo soy la voz que grita en el desierto: Allanad el
camino del Señor, como dijo el profeta Isaías’.
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: ‘Entonces, ¿por qué bautizas,
si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?’. Juan les respondió: ‘Yo bautizo con agua; en medio de ustedes hay uno que no conocen, el que viene detrás de mí, y al
que no soy digno de desatar la correa de la sandalia’. Esto pasaba en Betania, en
la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando. Palabra del Señor.
Breve pausa para meditar. Reflexión.
Guía: Los hombres de hoy no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí
verán a la Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más amor, más esperanza
reflejada en nuestra vida para que puedan creer en El?
ENCENDIDO DE LA VELA.
Oración.
Guía: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se
anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se
acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el
mensajero!. Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya
para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en
tu luz, caliéntanos en tu amor!
PADRE NUESTRO.
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro…
CONCLUSION.
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvados. Amén
CUARTO DOMINGO
• Cuarto Domingo de Adviento: 20 de Diciembre de 2020
Todos hacen la señal de la cruz.
Guía: “Nuestro auxilio es en el nombre del Señor”
Todos: “Que hizo el cielo y la tierra”
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,26-38):
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la
estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: ‘Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo’. Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: ‘No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David,
su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin’.
Y María dijo al ángel: ‘¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?’. El ángel le
contestó: ‘El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu
pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis
meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.’. María
contestó: ‘Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra’. Y la
dejó el ángel.
Palabra del Señor
“Palabra de Dios”
Todos: “Te alabamos Señor”.
Segunda lectura: 2 Tes. 1,6-7 “Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a
vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del
cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de sus pueblo santo y la admiración de todos los creyentes.” -“Palabra de Dios”
Todos: “Te alabamos Señor”.
Guía: “Ven, Señor, y no tardes.
Todos: “Perdona los pecados de tu pueblo”.
SE ENCIENDEN LAS CUATRO VELAS
Guía: “Bendigamos al Señor”
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: “Demos gracias a Dios”.
Humildad y gloria
El Nacimiento de Jesús
Guía: Lectura del Evangelio según San Lucas (2:6-7)
“Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron
los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito,
le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el
alojamiento.”
“Palabra de Dios”
Todos: “Te alabamos Señor”.
MEDITACION
La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba.
No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del
amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no
encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado
que lo recibe.
Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que
impide que Jesús nazca en nuestro corazón.
Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión
Padre Nuestro / Ave María.
ORACIÓN FINAL
Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos
conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la
gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: “Amén”
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