5 de diciembre de 2021
Segundo domingo de adviento: La servicialidad en la familia

Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Se enciende la vela del domingo anterior, se apagan las luces y se lee el
Evangelio de san Marcos 10, 43.45:
No ha de ser así entre vosotros; antes, si alguno de vosotros quiere ser
grande, sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero,
sea siervo de todos, pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser
servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos.
-Esta es palabra de Dios.
-Te alabamos, Señor.
Vela: Se enciende la segunda vela de Adviento.
Para reflexionar: Guardar unos minutos en silencio y hacer la
siguiente pregunta: En nuestro hogar ¿cómo nos ayudamos unos a otros
diariamente? Cada miembro de la familia, si lo desea, puede responder
en voz alta la respuesta.
Propósitos: Después de la reflexión anterior, cada quien dirá cual será
su propósito a cumplir en la semana.
Para orar: Padre, que nos has dado una familia en la que todos nos
ayudamos y somos felices, te pedimos bendecir nuestros trabajos y
tareas de todos los días para que cumplamos con más ganas y alegría la
tarea que nos toca hacer a cada uno de los miembros de esta familia en
nuestro hogar. Amén.
Para terminar: Todos los miembros de la familia se toman de las
manos y rezan juntos un padrenuestro. Se encienden las luces y se
canta una canción.
Para cantar: Cantar la canción “Amar es entregarse”
Amar es entregarse olvidándose de sí
buscando lo que al otro pueda hacer feliz.
Qué lindo es vivir para amar
Qué grande es tener para dar
Dar alegría, felicidad
Darse uno mismo, eso es amar.
Si te amas como a ti mismo
y te entregas a los demás,
verás que no hay egoísmo
que no puedas superar.
Qué lindo es vivir para amar
Qué grande es tener para dar
dar alegría y felicidad
darse uno mismo eso es amar.

Imagen:

desdelafe.mx

Pixabay.com

Fuente: https://www.aciprensa.com/recursos/celebracion-de-la-corona-de-adviento-para-cada-domingo-analizando-la-presencia-de-jesucristo-y-sus-ensenanzas-en-la-vida-familiar-1762